Una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado que la principal razón por la que los consumidores no leen con atención las etiquetas de los envases de alimentos es el pequeño tamaño de la letra.
En la encuesta participaron 921 españoles de entre 18 y 79 años que aportaron datos de interés sobre la lectura de las etiquetas y con los que la OCU llegó a las siguientes conclusiones sobre los motivos por los que no se leen las etiquetas:
- La cantidad de información a leer requiere demasiado tiempo.
- No hay un hábito adquirido en la lectura de las etiquetas de los alimentos.
- Es difícil entender la información del etiquetado.
- Cuesta encontrar la información que se busca.
Aparte de estas razones, la OCU destaca que el 52% de los consumidores indica que el principal motivo por el que no presta atención a las etiquetas es la presencia de una letra demasiado pequeña, afectando esto al 70% de los mayores de 60 años.
En consecuencia, desde la OCU se insta a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), adscrita al Ministerio de Consumo, a que reforme la actual normativa, en colaboración con las autoridades europeas, para que “se aumente el tamaño de la letra del etiquetado, de los actuales 1,2 mm a los 3,0 mm”.
Adicionalmente, el estudio refleja que dos de cada tres consumidores creen que se hace un uso excesivo de la publicidad nutricional y de salud en el envase. En relación a esto, se urge a destacar la información “esencial” del producto en el frontal del envase, incluyendo la fecha de caducidad o de consumo preferente, la lista de ingredientes y el sistema Nutriscore, “sin que tengan que competir en espacio con mensajes publicitarios”.
La fecha de caducidad o consumo preferente “no siempre se entiende bien”
Otra de las conclusiones de la encuesta realizada sobre la lectura de las etiquetas de envases de alimentos, es que la información más consultada es la fecha de caducidad o consumo preferente, y que esta “no siempre se entiende bien”. Sobre este dato, el informe concluye que solamente el 41% de los encuestados respondió de forma correcta a tres cuestiones básicas sobre la diferencia entre ambas y sus significados, lo que “repercute de forma negativa en la seguridad y la salud de los consumidores”.
Sobre este apartado, la OCU solicita al Ministerio de Consumo la realización de una campaña de concienciación que “aclare el alcance de los plazos de conservación y consumo de los alimentos según el tipo de aviso que lleve el etiquetado”.